OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave
Con todo amor a la nietecita María Fernanda Rentería Valencia por su nueva etapa espiritual.
CUERNAVACA, MORELOS. Después de 6 largas hora de discusiones, de intercambio de posiciones o mejor dicho de irreductibles posturas, la reunión del presidente, Felipe Calderón Hinojosa y su equipo de seguridad nacional con los representantes de la sociedad civil, como un presagio de lo que ocurrirá finalmente en sus 6 años de gobierno, fracasó.
Al contrario de las anteriores, ahora ni si quiera fueron adosadas con las promesas de futuras reuniones para revisar lo acordado, obvio, porque en esta no se acordó nada, todo quedó en el vacío en cuando a la agenda y estrategia de seguridad que encabeza el gobierno federal.
Los líderes sociales y los familiares de víctimas encabezados por el poeta, Javier Sicilia, cansados de tantas promesas incumplidas en esta ocasión fueron especialmente severos al exigirle Calderón parar su “guerra” con programas efectivos de seguridad y no con telenovelas, se referían al millonario gasto por el programa de televisión “El Equipo” para ensalzar a la Policía Federal.
En efecto, el Jefe del Ejecutivo en esta segunda Jornada Ciudadana por la Seguridad en el Castillo de Chapultepec, con el Movimiento por la Justicia con Paz y Dignidad, no se salió de su discurso habitual al afirmar tener el mismo objetivo de todos: lograr la paz.
Para luego agregar para favorecer según él su disposición al diálogo, que “honestamente, en honor a la verdad, este no es un Estado autoritario. Si este fuese un Estado autoritario, créanme que no estaríamos dialogando aquí. La verdad es que ni se oculta la verdad, ni se actúa autoritariamente, ni tampoco es el Estado, es otro punto medular de nuestra discusión, no es el Estado el que reprime o el que asesina”,
Y el escritor Sicilia con su misma discurso ante oídos sordos: dijo “no sabemos si todavía es tiempo, queremos creer que sí, de que se nos escuche. Durante estos tres meses hemos llenado de suficientes contenidos nuestra crítica a su estrategia de guerra, señor Presidente” y claro nada.
Para luego, tras alertar del riesgo de autoritarismo, de militarismo y de fascismo, que ya permea en la sociedad, demandó de nuevo un mapa de ruta de la desmilitarización del país, para terminar con la demanda generalizada “no queremos más muertos ni más desaparecidos”.
Y no sólo eso ocurrió este fin de semana en esa materia de la inseguridad nacional que nos preocupa a todos por igual, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, DEA, en inglés, le corrigió la plana al gobierno mexicano al afirmar en su informe al Congreso que han sido 43 mil los muertos en México y no 40 mil como consecuencia de la guerra contra el crimen organizado que lleva a cabo el presidente Calderón; según las mismas organizaciones civiles a estas fechas son más de 50 mil los muertos y se rebasan ya las 10 mil desapariciones forzadas.
Y “el uso electoral de la política de seguridad” por parte del presidente, Felipe Calderón Hinojosa fue denunciada por el líder nacional del Partido Revolucionario Institucional, PRI, Humberto Moreira Valdés, después de que el Jefe del Ejecutivo, como es su costumbre sin dar nombres, sostuvo en entrevista con los corresponsales de The New York Time, que “en el tricolor hay quienes piensan en volver a tener arreglos con el crimen organizado”.
Ello ocurrió, sin poder ocultar su molestia, cuando los corresponsales le preguntaron sobre las críticas del precandidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto. Moreira se solidarizó con el ex gobernador mexiquense al afirmar que la posición de su partido es la de combatir al crimen organizado con respeto a los derechos humanos y por ningún motivo pactar con grupos criminales, “el pacto” que se requiere es con la educación, con el combate a la pobreza y con la generación de empleos, enfatizó.
Total, 6 horas inútiles de discusión que presagian, sobre todo en esa lacerante realidad de la inseguridad nacional, que es los que más lastima a los mexicanos, 6 años de fracaso.
Con todo amor a la nietecita María Fernanda Rentería Valencia por su nueva etapa espiritual.
CUERNAVACA, MORELOS. Después de 6 largas hora de discusiones, de intercambio de posiciones o mejor dicho de irreductibles posturas, la reunión del presidente, Felipe Calderón Hinojosa y su equipo de seguridad nacional con los representantes de la sociedad civil, como un presagio de lo que ocurrirá finalmente en sus 6 años de gobierno, fracasó.
Al contrario de las anteriores, ahora ni si quiera fueron adosadas con las promesas de futuras reuniones para revisar lo acordado, obvio, porque en esta no se acordó nada, todo quedó en el vacío en cuando a la agenda y estrategia de seguridad que encabeza el gobierno federal.
Los líderes sociales y los familiares de víctimas encabezados por el poeta, Javier Sicilia, cansados de tantas promesas incumplidas en esta ocasión fueron especialmente severos al exigirle Calderón parar su “guerra” con programas efectivos de seguridad y no con telenovelas, se referían al millonario gasto por el programa de televisión “El Equipo” para ensalzar a la Policía Federal.
En efecto, el Jefe del Ejecutivo en esta segunda Jornada Ciudadana por la Seguridad en el Castillo de Chapultepec, con el Movimiento por la Justicia con Paz y Dignidad, no se salió de su discurso habitual al afirmar tener el mismo objetivo de todos: lograr la paz.
Para luego agregar para favorecer según él su disposición al diálogo, que “honestamente, en honor a la verdad, este no es un Estado autoritario. Si este fuese un Estado autoritario, créanme que no estaríamos dialogando aquí. La verdad es que ni se oculta la verdad, ni se actúa autoritariamente, ni tampoco es el Estado, es otro punto medular de nuestra discusión, no es el Estado el que reprime o el que asesina”,
Y el escritor Sicilia con su misma discurso ante oídos sordos: dijo “no sabemos si todavía es tiempo, queremos creer que sí, de que se nos escuche. Durante estos tres meses hemos llenado de suficientes contenidos nuestra crítica a su estrategia de guerra, señor Presidente” y claro nada.
Para luego, tras alertar del riesgo de autoritarismo, de militarismo y de fascismo, que ya permea en la sociedad, demandó de nuevo un mapa de ruta de la desmilitarización del país, para terminar con la demanda generalizada “no queremos más muertos ni más desaparecidos”.
Y no sólo eso ocurrió este fin de semana en esa materia de la inseguridad nacional que nos preocupa a todos por igual, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, DEA, en inglés, le corrigió la plana al gobierno mexicano al afirmar en su informe al Congreso que han sido 43 mil los muertos en México y no 40 mil como consecuencia de la guerra contra el crimen organizado que lleva a cabo el presidente Calderón; según las mismas organizaciones civiles a estas fechas son más de 50 mil los muertos y se rebasan ya las 10 mil desapariciones forzadas.
Y “el uso electoral de la política de seguridad” por parte del presidente, Felipe Calderón Hinojosa fue denunciada por el líder nacional del Partido Revolucionario Institucional, PRI, Humberto Moreira Valdés, después de que el Jefe del Ejecutivo, como es su costumbre sin dar nombres, sostuvo en entrevista con los corresponsales de The New York Time, que “en el tricolor hay quienes piensan en volver a tener arreglos con el crimen organizado”.
Ello ocurrió, sin poder ocultar su molestia, cuando los corresponsales le preguntaron sobre las críticas del precandidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto. Moreira se solidarizó con el ex gobernador mexiquense al afirmar que la posición de su partido es la de combatir al crimen organizado con respeto a los derechos humanos y por ningún motivo pactar con grupos criminales, “el pacto” que se requiere es con la educación, con el combate a la pobreza y con la generación de empleos, enfatizó.
Total, 6 horas inútiles de discusión que presagian, sobre todo en esa lacerante realidad de la inseguridad nacional, que es los que más lastima a los mexicanos, 6 años de fracaso.