Ana Mengotti.- El escualeno, una sustancia obtenida a partir del aceite de hígado de tiburón y usada en los coadyuvantes de vacunas, hace de esos animales potenciales víctimas indirectas masivas del nuevo coronavirus, dados los millones de toneladas necesarios para fabricar las que protegerán de la COVID-19. Para obtener una tonelada de escualeno se necesita matar entre 2.500 y 3.000 tiburones, señala a Efe Stefanie Brendl, directiva de Shark Allies , la organización que ha investigado el asunto y advertido del riesgo que corren millones de escualos. Brendl, que lleva dos décadas dedicada a la conservación de unos animales de suma importancia para la salud de los océanos, afirma que Shark Allies no están pidiendo el fin de la investigación y elaboración de las vacunas para no perjudicar a los escualos, sino recordando que existen otras fuentes para obtener el escualeno. Según la Organización Mundial de la Salud ( OMS ), 34 proyectos de vacuna para la COVID-19 han llegado a la fase
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