Las niñas y niños de familias inmigrantes se enfrentan a menudo a dificultades en su formación.
UNICEF España, junto a la Fundació Pere Tarrés, ha presentado el informe Abriendo ventanas. Infancia, adolescencia y familias inmigradas en situaciones de riesgo social. En él se pone de manifiesto que los niños de familias inmigrantes que viven en España tienen dificultades para acceder a derechos fundamentales como la alimentación, la educación o la salud.
Este trabajo de investigación evidencia las dificultades con las que se encuentra este colectivo a la hora de empadronar a los niños, debido a requerimientos de los ayuntamientos, a circunstancias familiares (alta movilidad de las familias) o la imposibilidad de empadronar a los menores acogidos en centros de protección por no disponer de un documento de identificación.
Esta situación repercute en el acceso de los niños a servicios básicos como la sanidad. De hecho, se han detectado casos de retirada de tarjetas sanitarias por falta de documentación.
El informe también pone de manifiesto la existencia de controversias entre el ordenamiento jurídico migratorio y la protección de los derechos de los niños, ya que detecta limitaciones a la hora de tramitar ayudas públicas y situaciones que vulneran el derecho a la reagrupación familiar.
DIFICULTADES EN LA FORMACIÓN Y EN EL ÁMBITO FAMILIAR
Los niños de familias inmigrantes se enfrentan a menudo a dificultades en su formación. Los cambios continuos en los programas de enseñanza, la no inclusión de la diversidad cultural en el currículo académico y la incomprensión entre las familias y los colegios son serias barreras a las que tienen que hacer frente.
Estos problemas se ven agravados por el conocimiento insuficiente de la lengua, sobre todo en niños de habla no hispana y por los problemas económicos que afectan a las familias.
En el ámbito familiar, el documento subraya la ausencia de redes familiares extensas, una insuficiente supervisión parental, el uso de la violencia como medida correctora o confrontación entre padres e hijos.
Ying Ying, una joven china de 15 años entrevistada en el informe, explica las dificultades a las que se enfrenta: “Mi familia y yo vivimos en una habitación y las otras dos familias también cada una en una habitación”.
Pedro, de 14 años, llegó a España desde Ecuador con tan solo 5. Reconoce que se juntaba con “gente de bandas. Fui con ellos desde los 11 a los 14 años, ahora ya no voy con ellos, porque son gente peligrosa. Cuando estaba en la banda me metía en peleas y consumíamos drogas, como marihuana y hachís”.
POBLACIÓN INMIGRANTE
En 2009 había en España 971.479 menores que tenían nacionalidad extranjera, es decir, el 12% de la población menor de 18 años, concentrándose principalmente el Cataluña (21%), Madrid (18%), Comunidad Valenciana (14%) y Andalucía (12%).
Para la redacción del documento se ha entrevistado a 106 profesionales implicados en el trabajo con el colectivo de hijos inmigrantes y a ocho menores de nacionalidad extranjera.
UNICEF España, junto a la Fundació Pere Tarrés, ha presentado el informe Abriendo ventanas. Infancia, adolescencia y familias inmigradas en situaciones de riesgo social. En él se pone de manifiesto que los niños de familias inmigrantes que viven en España tienen dificultades para acceder a derechos fundamentales como la alimentación, la educación o la salud.
Este trabajo de investigación evidencia las dificultades con las que se encuentra este colectivo a la hora de empadronar a los niños, debido a requerimientos de los ayuntamientos, a circunstancias familiares (alta movilidad de las familias) o la imposibilidad de empadronar a los menores acogidos en centros de protección por no disponer de un documento de identificación.
Esta situación repercute en el acceso de los niños a servicios básicos como la sanidad. De hecho, se han detectado casos de retirada de tarjetas sanitarias por falta de documentación.
El informe también pone de manifiesto la existencia de controversias entre el ordenamiento jurídico migratorio y la protección de los derechos de los niños, ya que detecta limitaciones a la hora de tramitar ayudas públicas y situaciones que vulneran el derecho a la reagrupación familiar.
DIFICULTADES EN LA FORMACIÓN Y EN EL ÁMBITO FAMILIAR
Los niños de familias inmigrantes se enfrentan a menudo a dificultades en su formación. Los cambios continuos en los programas de enseñanza, la no inclusión de la diversidad cultural en el currículo académico y la incomprensión entre las familias y los colegios son serias barreras a las que tienen que hacer frente.
Estos problemas se ven agravados por el conocimiento insuficiente de la lengua, sobre todo en niños de habla no hispana y por los problemas económicos que afectan a las familias.
En el ámbito familiar, el documento subraya la ausencia de redes familiares extensas, una insuficiente supervisión parental, el uso de la violencia como medida correctora o confrontación entre padres e hijos.
Ying Ying, una joven china de 15 años entrevistada en el informe, explica las dificultades a las que se enfrenta: “Mi familia y yo vivimos en una habitación y las otras dos familias también cada una en una habitación”.
Pedro, de 14 años, llegó a España desde Ecuador con tan solo 5. Reconoce que se juntaba con “gente de bandas. Fui con ellos desde los 11 a los 14 años, ahora ya no voy con ellos, porque son gente peligrosa. Cuando estaba en la banda me metía en peleas y consumíamos drogas, como marihuana y hachís”.
POBLACIÓN INMIGRANTE
En 2009 había en España 971.479 menores que tenían nacionalidad extranjera, es decir, el 12% de la población menor de 18 años, concentrándose principalmente el Cataluña (21%), Madrid (18%), Comunidad Valenciana (14%) y Andalucía (12%).
Para la redacción del documento se ha entrevistado a 106 profesionales implicados en el trabajo con el colectivo de hijos inmigrantes y a ocho menores de nacionalidad extranjera.