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Exceso de fertilizantes causa eutrofización de lagos y océanos



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Los fertilizantes a base de nitrógeno, comenzaron a utilizarse en forma masiva después de la Segunda Guerra Mundial. Si bien en una primera etapa ayudaron a impulsar la llamada «revolución verde», el costo ambiental fué y es enorme.

Los fertilizantes artificiales son a menudo aplicados en cantidades más allá de lo que los cultivos necesitan para crecer. El excedente se transporta mayormente por efecto de las lluvias y el riego, de las tierras agrícolas a los lagos y océanos, produciendo su eutrofización, el enriquecimiento excesivo de nutrientes.

Para empeorar aun más el panorama, las últimas investigaciones sugieren que el cambio climático aumentará sustancialmente esta forma de contaminación, lo que conducirá a la proliferación de algas y zonas muertas. Esto debido a que las lluvias más intensas causadas por temperaturas más cálidas causarán más escorrentía agrícola, arrastrando más nutrientes a ríos, lagos y océanos.

El estudio global más completo sobre eutrofización fue el Programa Cooperativo de Eutrofización de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) llevado a cabo en la década de 1970 en dieciocho países (Vollenweider et al., 1980). La secuencia del estado trófico, desde oligotrófico (pobre en nutrientes) a hipertrófico (= hipereutrofico [rico en nutrientes]) se muestra en la Tabla 12 (Control of water pollution from agriculture – FAO irrigation and drainage paper 55).

Papel de la agricultura en la eutrofización

En su resumen de los impactos de los fertilizantes en la calidad del agua, FAO / ECE (1991) citó los siguientes problemas:



  • Un crecimiento explosivo de algas que provoca cambios disruptivos en el equilibrio biológico [incluidas las muertes de peces]. Esto es cierto tanto para las aguas continentales (zanjas, ríos, lagos) como para las aguas costeras.
  • En todos los países, el agua subterránea es una fuente importante de agua potable. En varias áreas, el agua subterránea está contaminada hasta el punto de que ya no es apta para ser utilizada como agua potable de acuerdo con las normas actuales.
El papel preciso de la agricultura en la eutrofización de las aguas superficiales y la contaminación de las aguas subterráneas es difícil de cuantificar. RIVM (1992), citando a Isermann (1990), calculó que la agricultura europea es responsable del 60% del flujo total de nitrógeno fluvial hacia el Mar del Norte, y del 25% de la carga total de fósforo.

Appelgren (FAO, 1994b) informó que el 50% de los pozos de aguas subterráneas poco profundas que abastecen a más de un millón de residentes rurales en Lituania no son aptos para el consumo humano debido a una amplia gama de contaminantes que incluyen pesticidas y especies de nitrógeno.

En la década de 1960, el lago Erie (uno de los Grandes Lagos de América del Norte) fue declarado «muerto» por la prensa debido a los altos niveles de nutrientes acompañados por un crecimiento excesivo de algas, muertes de peces y sedimentos anaeróbicos del fondo.

Manejo adecuado de fertilizantes

La fertilización es una práctica insustituible en la actividad agraria que consiste en reponer al suelo aquellos nutrientes que se van agotando por la propia extracción de los cultivos.

Los fertilizantes representan uno de los principales insumos de la producción agraria, por lo que su uso eficiente constituye una importante fuente de ahorro y de reducción de los impactos medioambientales. Existen muchas fuentes de información, con recursos de buenas prácticas agrícolas en diferentes cultivos.



Así como la falta de nutrientes en el suelo puede reducir su rendimiento y fertilidad, una fertilización excesiva, no ajustada a las necesidades reales del cultivo, ya sea por cantidad, tipo de abono o época de aplicación, puede provocar graves problemas.

Si pretendes comenzar a utilizar fertilizantes, es importante analizar tu suelo. Los suelos contienen todos los elementos esenciales que la planta requiere para su desarrollo y reproducción; sin embargo, en la mayoría de los casos, no en las cantidades suficientes para obtener rendimientos altos y de buena calidad, por lo que es indispensable agregar los nutrimentos por medio de fertilizantes.

Sin uso de fertilizantes los rendimientos serán cada vez más bajos debido al empobrecimiento paulatino del suelo, por la extracción de los nutrimentos en las cosechas. Un suelo infértil produce menos, tiene menor cubierta vegetal y está más expuesto a la erosión.

El manejo adecuado del fertilizante requiere conocer sus características, su efecto en las plantas y el suelo, las formas de aplicación y como se deriva y cómo se prepara una dosis de fertilización con base en los fertilizantes disponibles. Cada planta tiene necesidades diferentes, por lo que es de vital importancia que suministre los nutrientes en formas y cantidades asimilables por las plantas.

También puedes optar por el uso de fertilizantes que puedes obtener en tu casa o huerto, como cáscaras de huevos o ceniza.

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