Las palomas han tomado las ciudades desde que se ha ordenado el confinamiento por la pandemia del coronavirus y se pasean, quizá buscando migas o restos de comida, por plazas, calles o playas, desde Italia a Puerto Rico, desde Madrid a Buenos Aires, como han recogido los fotógrafos de la Agencia EFE.
Como si de un espectáculo de magia se tratara, las palomas y las tórtolas, que tienen la peculiaridad de ser muy tolerantes a las personas, han decidido aprovechar las ventajas del nuevo entorno y se pasean y sobrevuelan en bandadas nuestras calles, ahora sin presencia humana.
Estas aves, con gran capacidad reproductiva y perfectamente adaptadas al entorno urbano, causan graves daños por corrosión con sus deposiciones en los patrimonios artístico y arquitectónico de las ciudades, así como transmiten enfermedades respiratorias al ser humano.
Por todo ello, muchos municipios de todo el mundo tratan de luchar contra la superpoblación de las palomas y han comenzado a poner en práctica medidas de estabilización o reducción de las colonias con anticonceptivos.
Cientos de palomas se posan sobre el suelo de la Plaza Gerardo Barrios, en San Salvador (El Salvador), durante la cuarentena como medida preventiva y de contención ante la pandemia del coronavirus. EFE/ Rodrigo Sura
En los primeros días de la aparición del coronavirus en España, tres palomas siguen con su costumbre de rebuscar entre las mesas de las de las terrazas. En este caso en Valencia.EFE/ Biel Aliño
Cientos de palomas de la Plaza de América se arremolinan ante la llegada del fotógrafo, acostumbradas a recibir alimento en forma de arvejones de manos de niños y mayores. EFE/ José Manuel Vidal
Palomas en busca de comida en la Plaza de Armas, junto a la Alcaldía de San Juan (Puerto Rico) tras el toque de queda por COVID-19. EFE/ Thais Llorca
La plaza principal de Santa Cruz (Bolivia) tomada por las palomas. EFE/Juan Carlos Torrejon
Varias palomas en la Plaza de Mayo este viernes en Buenos Aires (Argentina), en aislamiento preventivo obligatorio para toda la población. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
Las palomas campan a sus anchas en las vacías calles céntricas de Sarajevo (Bosnia Herzegovina). EFE/FEHIM DEMIR
Una persona camina entre las palomas en la plaza de Bolívar de Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega
Los turistas han dejado paso a las palomas que picotean las algas dejadas en la orilla por la marea alta en la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria. EFE/ Elvira Urquijo A.
EFEverde
Como si de un espectáculo de magia se tratara, las palomas y las tórtolas, que tienen la peculiaridad de ser muy tolerantes a las personas, han decidido aprovechar las ventajas del nuevo entorno y se pasean y sobrevuelan en bandadas nuestras calles, ahora sin presencia humana.
Estas aves, con gran capacidad reproductiva y perfectamente adaptadas al entorno urbano, causan graves daños por corrosión con sus deposiciones en los patrimonios artístico y arquitectónico de las ciudades, así como transmiten enfermedades respiratorias al ser humano.
Por todo ello, muchos municipios de todo el mundo tratan de luchar contra la superpoblación de las palomas y han comenzado a poner en práctica medidas de estabilización o reducción de las colonias con anticonceptivos.
Cientos de palomas se posan sobre el suelo de la Plaza Gerardo Barrios, en San Salvador (El Salvador), durante la cuarentena como medida preventiva y de contención ante la pandemia del coronavirus. EFE/ Rodrigo Sura
En los primeros días de la aparición del coronavirus en España, tres palomas siguen con su costumbre de rebuscar entre las mesas de las de las terrazas. En este caso en Valencia.EFE/ Biel Aliño
Cientos de palomas de la Plaza de América se arremolinan ante la llegada del fotógrafo, acostumbradas a recibir alimento en forma de arvejones de manos de niños y mayores. EFE/ José Manuel Vidal
Palomas en busca de comida en la Plaza de Armas, junto a la Alcaldía de San Juan (Puerto Rico) tras el toque de queda por COVID-19. EFE/ Thais Llorca
La plaza principal de Santa Cruz (Bolivia) tomada por las palomas. EFE/Juan Carlos Torrejon
Varias palomas en la Plaza de Mayo este viernes en Buenos Aires (Argentina), en aislamiento preventivo obligatorio para toda la población. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
Las palomas campan a sus anchas en las vacías calles céntricas de Sarajevo (Bosnia Herzegovina). EFE/FEHIM DEMIR
Una persona camina entre las palomas en la plaza de Bolívar de Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega
Los turistas han dejado paso a las palomas que picotean las algas dejadas en la orilla por la marea alta en la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria. EFE/ Elvira Urquijo A.