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“El mundo que conocimos ya nunca volverá a ser igual”

Huellas suburbanas

Entrevista al Dr. Jorge Rachid

El Dr. Jorge Rachid, médico sanitarista, de vasta experiencia militante y solidaria, que brinda su atención profesional, entre otras personas, a dirigentes como Luis D´Elía o Milagro Sala, conversó una vez más con Huellas Suburbanas. En esta ocasión, vía telefónica, para aportar una mirada más aguda sobre las implicancias del coronavirus a escala tanto nacional como global, y sus posibles efectos socioculturales y económicos de cara a un futuro que ya se encuentra a la vuelta de la esquina.

Doctor Rachid, ¿Cómo podría caracterizar a esta pandemia que tan velozmente se ha desarrollado y propagado por todo el planeta, y qué evaluación puede brindar respecto a las políticas de prevención e intervención que se están aplicando en nuestro país?

Bien, hay varios niveles de análisis, microbiológico, epidemiológico, farmacéutico y de política internacional. Otra categoría de análisis tiene que ver con las herramientas que estamos instrumentando ahora, que son la política y el liderazgo con medidas estrictas, que van de la mano con la epidemiología, lo cual le da al gobierno una imagen internacional absolutamente diferente a todos los modelos macroeconómicos. Y la tercera es la necesaria recreación de la solidaridad social, devastada por el neoliberalismo. Luego debemos pensar el mundo nuevo, ya que el coronavirus desnudó la crisis que estaba ya planteada, de carácter civilizatorio. El mundo que conocimos ya nunca volverá a ser igual. Seguramente ahora pugnaremos por la creación, o no, de un modelo biocéntrico, como propone el peronismo filosóficamente y el Papa Francisco apuntala desde su lugar. Esto es, precisaremos un modelo centrado en el hombre y la naturaleza, que es lo que debe venir después de la pandemia.

¿Cómo afrontan los países latinoamericanos esta pandemia? Se visualiza un contraste entre sus políticas sanitarias, diametralmente opuestas en algunos casos…

Hay ejemplos patéticos, como el de Brasil e incluso los vaivenes de Donald Trump en los Estados Unidos, y ejemplos muy firmes de liderazgo y aplicación de políticas muy fuertes y a tiempo, como las que ejecuta Alberto Fernández en nuestro país. América Latina es un mosaico desparejo, en donde se destaca Cuba por su solidaridad enviando médicos hasta a regiones donde anteriormente los habían echado. Además, producen el Interferón, que aumenta las defensas y permite combatir desde mejor lugar al coronavirus. De todas maneras, América Latina tiene su principal problema en el hambre, y si ello se le suma al virus, conforman un cóctel mortal, que seguramente va a afectar a los sectores más humildes de la población. El neoliberalismo no es ajeno a las conductas epidemiológicas de los distintos países.



Dr. Jorge Rachid, en una de sus habituales disertaciones y conferencias
Y la OMS, ¿Qué papel juega en todo esto?

La Organización Mundial de la Salud ha permitido el desarrollo de muchas situaciones que hoy se viven en el mundo, sin tomar decisiones fuertes, como puede ser el ébola en África, que mata a miles, como puede ser el hambre en el mundo, que mata a 24 mil personas por día. O la gripe N1H1, que nunca fue una pandemia. La OMS forma parte del dispositivo global del gobierno global, que es el grupo de los 7, que maneja las herramientas en función de sus objetivos e intereses; como el FMI, que es un ministerio de Economía; como el Banco Mundial, que es un ministerio de Desarrollo Social, o el parlamento que tienen, que es Naciones Unidas, que cada vez que votan algo, el grupo de los 7 lo veta; o el tribunal internacional de La Haya, donde juzgan a los negros que somos díscolos.

Volviendo a lo específico del Covid-19, recientemente el gobierno chino deslizó una denuncia muy grave…

La pandemia, en términos geopolíticos, habilita a mencionar la declaración de la Cancillería del gobierno chino, de una sospecha fuerte de que este coronavirus mutante, que empezó a circular en la ciudad de Wuhan, pueda haberse originado en las olimpíadas militares de octubre de 2019, en donde participan todos los ejércitos del mundo en competencias de atletismo. Y donde, casualmente, el ejército norteamericano salió en el puesto 33, cuando nunca en las competencias anteriores había abandonado el medallero. Ello sumado a que las tropas norteamericanas se alojaban a pocas cuadras del mercado de Wuhan, hizo emitir una declaración muy dura al Ministerio de Relaciones Exteriores chino, habitualmente muy prudente en este tipo de cuestiones. El virus puede haber sido mutante porque traspasó las fronteras de los animales que lo alojan en sus ciclos vitales a los seres humanos, o porque mutó ante la medicalización que hoy existe en el mundo, o porque fue manipulado biotecnológicamente a través de la nanotecnología; la celeridad de la evolución de la pandemia tomó a muchos países a contrapié, en especial a aquellos países que tomaron políticas neoliberales de tal magnitud que implicaron recortes muy fuertes en el sistema de salud, como en el caso de Italia, donde despidieron a 49 mil trabajadores y abandonaron la medicación de los enfermos crónicos, generando complicaciones desde hace 7 años en todos aquellos enfermos que vieron discontinuar sus tratamientos, desde diabéticos, hipertensos, enfermos renales o cardiópatas.

Jorge, en nuestro país, y relacionado al Covid-19,  ¿Lo peor aún está por llegar?

Estamos esperando el pico de expansión del virus en nuestro país, así es. Ello va a ameritar medidas más extremas, tratando con ello de conseguir tres objetivos de toda política: que esto implique el menor costo social, político y económico posible. Se van a hacer más estrictas las medidas, y con eso vamos a intentar que el pico sea lo más amesetado posible, y que el tiempo de expansión del virus, en vez de tener de 6 a 8 meses como lo van a tener los europeos, sea acá de mucho menor tiempo; si nosotros mantenemos las medidas estrictas, podemos acotarlo a un par de meses. El monitoreo en la fase de expansión que estamos atravesando es constante, y el análisis epidemiológico le otorga certezas a las decisiones políticas.

Al principio mencionaba la necesidad perentoria de reconstruir la solidaridad social. ¿Lo ve posible en el corto plazo?

Esta podría ser la oportunidad para recrear el marco solidario en la sociedad argentina, que fue devastado por la cultura dominante del neoliberalismo y el sálvese quien pueda. Ir hacia un modelo social solidario de justicia social, es lo que anhelamos. Y es lo que se necesita.

También se refirió a lo que nos atraviesa globalmente por estos días, en términos de crisis civilizatoria. ¿Qué trastornos estará ocasionando tamaña pandemia al corazón productivo del sistema capitalista y a su hegemonía de corte neoliberal aún vigente?

Sencillamente, el mundo que conocimos, reitero, ya no va a existir más. El coronavirus no hizo más que desnudarlo, pero la crisis ya existía desde antes. Un mundo no aguanta 2 millones y medio de muertes en los últimos 10 años en guerras de apropiación de recursos naturales, como las del Medio Oriente; un mundo no soporta que se arrojen 4 millones y medio de desplazados como consecuencia directa de tales conflictos armados. Fondos de inversiones que barren soberanías, pueblos que retroceden a sus etapas más primitivas identitarias para protegerse de esta invasión invisible. Porque el enemigo actual no tiene rostro ni identidad, es amorfo. Está diseminado en los resortes de poder que ejercen sobre las culturas, los bienes y los patrimonios de los pueblos. Pensar en todo ello, y hallar vías de salida, nos va a implicar descolonizarnos primero.



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