Fruto de la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19, se ha generado la necesidad de utilizar nuevos productos para proteger la salud personal y la de terceras personas.
Desde el Proyecto LIBERA, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, se pide a la ciudadanía que cuiden la salud del planeta, evitando el abandono de guantes y mascarillas que pueden acabar en los espacios naturales.
Diferentes estudios indican que algunos patógenos, y entre ellos los virus, pueden utilizar las basuras como vector para su expansión.
Ante el desconfinamiento, desde el Proyecto LIBERA, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, se solicita a la población que reflexione sobre la importancia de no solo proteger la salud personal y de la de terceras personas, sino hacerlo igualmente con la del Planeta. Más aún cuando todo apunta a que el virus SARS-CoV-2, causante de la pandemia que estamos sufriendo, tiene un origen zoonótico, es decir, está relacionado con la interacción del ser humano con la naturaleza y, en concreto, con otras especies animales.
La situación ha generado la utilización masiva de guantes y mascarillas por parte de la población, siendo productos que en muchos casos no pueden ser reutilizados. Es por ello que, desde el Proyecto LIBERA, se pide a la sociedad responsabilidad absoluta ante este nuevo residuo para que acabe en la papelera de la calle o contenedor de resto de sus casas y no en el suelo de entornos urbanos, periurbanos o rurales, ya que podría convertirse en una nueva tipología de basuraleza (basura abandonada en la naturaleza) y generar un gran impacto contaminando los espacios naturales. De hecho, en algunas playas de China, ya han aparecido este tipo de residuos. Hay que evitar, por tanto, que nuestras playas sigan la misma dinámica.
No abandonar y depositar en el contenedor correspondiente
“Vivimos en un momento de crisis sanitaria por lo que es fundamental entender que la prioridad como sociedad debe ser contener la evolución de este virus. Desde LIBERA hemos puesto siempre en valor el conocimiento científico como la mejor de las herramientas para que una sociedad pueda prosperar de un modo sostenible y, en este caso de emergencia sanitaria, de nuevo tenemos que abrazar la ciencia”, afirma Miguel Muñoz, coordinador de SEO/BirdLife del ‘Proyecto LIBERA’.
Es importante no escatimar en el uso de protección (guantes y mascarillas) que desde las administraciones indiquen, tanto en cantidad como en calidad y modo de empleo. Pero de la misma manera es importante mantener la prudencia en aquellas cuestiones que no tengan una evidencia científica y no hayan sido recomendadas por los responsables públicos.
Una vez asegurado que los residuos generados son los necesarios, se deben gestionar correctamente. Estos residuos nunca se deben abandonar en las calles de las ciudades ni de los pueblos, sino en el contenedor pertinente. En el caso de los EPI (guantes y mascarillas), deberán ir al contenedor gris (resto).
“En las actuales circunstancias debemos insistir en un mensaje muy claro: los guantes, mascarillas y demás material de protección deben ir siempre al contenedor gris, nunca al amarillo. Igual que la basura que se genere en una casa con algún miembro contagiado: siempre al gris. Y en el resto de hogares, seguir reciclando como siempre”, apunta Sara Güemes, coordinadora de Ecoembes del Proyecto LIBERA.
Impacto del plástico en la naturaleza
En el informe sobre el impacto del plástico en los entornos naturales del Proyecto LIBERA, se indican los principales daños que produce el abandono de este tipo de residuo. Los plásticos dañan los ecosistemas de diferentes formas (muerte de especies por ingesta directa, generación de incendios, enredos…) pero también juegan un rol importante en la propagación de este tipo de patógenos. En un artículo publicado en 2015* se evidencia como diferentes patógenos se adhieren a las basuras marinas y en concreto los microplásticos, para viajar de un lugar a otro colonizando nuevos entornos. De esta forma, diferentes patógenos y entre ellos los virus pueden utilizar estas basuras como vector para su expansión.
Desde LIBERA se insiste en la necesidad de reflexionar sobre la relación del ser humano con la naturaleza, ya que todo apunta a que esta pandemia ha sido originada por el desequilibrio natural provocado por la humanidad. La naturaleza tiene sus herramientas para controlar estas epidemias. Un ecosistema rico en biodiversidad también lo es en variabilidad genética y es esta variabilidad la que hace de escudo. Cuanto más deteriorada se encuentre la biodiversidad de un espacio natural más facilidad tendrán los virus de expandirse. De igual modo, una alta biodiversidad favorece las relaciones interespecíficas como por ejemplo la de depredador presa. Los animales infectados por un virus son más proclives a ser capturados por sus depredadores controlando de esta forma también la expansión del virus.
SEO/BirdLife