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Ver pero no tocar, tampoco desinfectar.
Estas iglesias medievales construidas con madera fueron testigo de la expansión de la cristiandad en Escandinavia.
Las mejor conservadas pueblan, casi un milenio después, las llanuras de Noruega.
Desde este lunes pueden visitarse, ver pero no tocar, cualquier intento de desinfección sería desastroso.
"Realmente la gente quiere tocar la iglesia, no obstante este año no deben. No podemos desinfectar, ni caer en la tentación. Si limpiamos, estropearemos la madera", explica Tanna Gjeraker, responsable de la Iglesia de Madera de Borgund.
Pese a la pandemia del coronavirus, sus conservadores son partidarios de mantenerlas abiertas al público.
"Para nosotros es importante que podamos recibir al público para que tengan una idea de esta historia cultural que representan las iglesias de madera", comenta Jon E. Tamnes, director de la Sociedad de Conservación de Monumentos Antiguos de Noruega.
Sus puertas vuelven a abrir a grupos reducidos, para minimizar el riesgo de contagio.
Estas iglesias medievales construidas con madera fueron testigo de la expansión de la cristiandad en Escandinavia.
Las mejor conservadas pueblan, casi un milenio después, las llanuras de Noruega.
Desde este lunes pueden visitarse, ver pero no tocar, cualquier intento de desinfección sería desastroso.
"Realmente la gente quiere tocar la iglesia, no obstante este año no deben. No podemos desinfectar, ni caer en la tentación. Si limpiamos, estropearemos la madera", explica Tanna Gjeraker, responsable de la Iglesia de Madera de Borgund.
Pese a la pandemia del coronavirus, sus conservadores son partidarios de mantenerlas abiertas al público.
"Para nosotros es importante que podamos recibir al público para que tengan una idea de esta historia cultural que representan las iglesias de madera", comenta Jon E. Tamnes, director de la Sociedad de Conservación de Monumentos Antiguos de Noruega.
Sus puertas vuelven a abrir a grupos reducidos, para minimizar el riesgo de contagio.