EFE
La gestión del lobo ibérico sigue siendo objeto de controversia, entre partidarios y detractores de esta especie amenazada pues mientras su caza esta amparada en algunas comunidades en otras se invierten fondos y esfuerzos en su conservación.
Este animal tiene dos categorías de protección en España, amparadas en la Directiva de Hábitats: al sur del río Duero, no está permitida su caza, mientras que al norte del mismo- donde habitan entre el 70 y el 80% del total de ejemplares- estos carnívoros sí pueden ser objeto de medidas de “gestión”, un eufemismo para autorizar que sean abatidos, denuncian desde las ONG.
La gestión del lobo ibérico sigue siendo objeto de controversia, entre partidarios y detractores de esta especie amenazada pues mientras su caza esta amparada en algunas comunidades en otras se invierten fondos y esfuerzos en su conservación.
Este animal tiene dos categorías de protección en España, amparadas en la Directiva de Hábitats: al sur del río Duero, no está permitida su caza, mientras que al norte del mismo- donde habitan entre el 70 y el 80% del total de ejemplares- estos carnívoros sí pueden ser objeto de medidas de “gestión”, un eufemismo para autorizar que sean abatidos, denuncian desde las ONG.