En Europa, se planea la construcción de casi 200 presas en zonas protegidas.
Son los datos que arroja el primer estudio que evalúa a nivel global el número de presas dentro de estas áreas.
Son los datos que arroja el primer estudio que evalúa a nivel global el número de presas dentro de estas áreas.
Área Natural Protegida Parque Urbano “Paseo de la Presa”, San Luis de Potosí. gob.mx
Los ríos a nivel mundial están bloqueados por miles de obstáculos, incluso aquellos que están en áreas protegidas. El nuevo estudio en el que participa WWF, publicado hoy en la revista científica Conservation Letters, es uno de los más completos sobre la construcción de presas dentro de áreas protegidas. Europa concentra casi el 40% del total de las nuevas infraestructuras que se proyectan construir en estas áreas, atravesando ríos tan emblemáticos como el Danubio, el Drin o el río Sava.
En el continente europeo, Albania, Croacia, Eslovenia o Bulgaria son algunos de los países europeos que encabezan la lista de los territorios donde se planean construir más presas. También destaca Portugal donde se planea la construcción de tres presas en el río Duero. Este estudio apoya las conclusiones del informe que publicó WWF el año pasado, que realizó el primer inventario de hidroeléctricas de Europa. El informe concluye que el 28% de las más de 8.000 plantas hidroeléctricas planificadas están en áreas protegidas. Y de estas, 572 están ubicadas en zonas que cuentan con una mayor protección, como parques nacionales, lugares que integran la red de Patrimonio Mundial, sitios Ramsar o reservas de la biosfera.
"Construir presas en áreas protegidas es inaceptable. La presión que ejercen sobre la biodiversidad y los recursos hídricos es absolutamente incompatible con la protección del agua y la naturaleza. La reciente propuesta de la Estratega Europea de Biodiversidad debe hacer frente a estas amenazas a través de una mejor protección y restauración de los ríos y lagos de Europa", afirma Alberto Fernández, responsable de política de agua de WWF España.
Este estudio se suma la investigación realizada el mes pasado en el marco del proyecto europeo AmberHorizon 2020, que demostró la elevada congestión de los ríos continentales, bloqueados por más de un millón de barreras. En España, hay más de 1.200 grandes presas distribuidas por toda la geografía española. De estas, el 42% (514 presas) se encuentran en tramos de río dentro de la red Natura 2000.
A nivel mundial, el informe documenta 1.249 grandes presas dentro de áreas protegidas, de las cuales, casi 300 fueron construidas después de que se designara el área como protegida. A estas, se sumarían las 500 que planean construirse o ya están en construcción.
Los datos son alarmantes y dibujan un panorama sombrío para el futuro de los ríos, ya que estas construcciones modifican el hábitat fluvial, impiden el movimiento natural de las especies de fauna y flora autóctonas, alteran los procesos de erosión y transporte de sedimentos, al tiempo que transforman el régimen de caudales de los ríos, lo que afecta negativamente al estado de estos ecosistemas acuáticos.
Los hallazgos de hoy tienen como contexto los datos revelados la semana pasada por un estudio que muestra que, en menos de 50 años, las poblaciones de peces migratorios de agua dulce en Europa han disminuido un 93%.Con el colapso de la biodiversidad de agua dulce, las áreas protegidas deben desempeñar su papel y salvaguardar los ríos. En Europa, la Directiva de Aves y Hábitats y la Directiva Marco del Agua (DMA) constituyen marcos regulatorios adecuados para prevenir el deterioro de los ríos, pero deben aplicarse e implementarse a fondo.
"Los ríos son las arterias que nutren nuestros ecosistemas. Cualquier política que tenga como objetivo conservar la naturaleza debe priorizar los ríos de flujo libre", afirma Michele Thieme, autor principal del estudio y científico experto en agua de WWF.
La Estrategia de Biodiversidad de la UE incluye un compromiso concreto para restaurar, al menos, 25.000 km de ríos de flujo libre para 2030, y designar áreas protegidas para, al menos, el 30% de la superficie terrestre y acuática en Europa. Por ello, desde WWF pedimos a los Estados miembros intensificar drásticamente la eliminación de presas y la adaptación de estas infraestructuras en la próxima ronda de planes de gestión de cuencas hidrográficas para el período 2021-2027. Asimismo, la Comisión Europea necesita desbloquear fondos para cumplir los compromisos adoptados en la Estrategia de Biodiversidad.
Los ríos a nivel mundial están bloqueados por miles de obstáculos, incluso aquellos que están en áreas protegidas. El nuevo estudio en el que participa WWF, publicado hoy en la revista científica Conservation Letters, es uno de los más completos sobre la construcción de presas dentro de áreas protegidas. Europa concentra casi el 40% del total de las nuevas infraestructuras que se proyectan construir en estas áreas, atravesando ríos tan emblemáticos como el Danubio, el Drin o el río Sava.
En el continente europeo, Albania, Croacia, Eslovenia o Bulgaria son algunos de los países europeos que encabezan la lista de los territorios donde se planean construir más presas. También destaca Portugal donde se planea la construcción de tres presas en el río Duero. Este estudio apoya las conclusiones del informe que publicó WWF el año pasado, que realizó el primer inventario de hidroeléctricas de Europa. El informe concluye que el 28% de las más de 8.000 plantas hidroeléctricas planificadas están en áreas protegidas. Y de estas, 572 están ubicadas en zonas que cuentan con una mayor protección, como parques nacionales, lugares que integran la red de Patrimonio Mundial, sitios Ramsar o reservas de la biosfera.
"Construir presas en áreas protegidas es inaceptable. La presión que ejercen sobre la biodiversidad y los recursos hídricos es absolutamente incompatible con la protección del agua y la naturaleza. La reciente propuesta de la Estratega Europea de Biodiversidad debe hacer frente a estas amenazas a través de una mejor protección y restauración de los ríos y lagos de Europa", afirma Alberto Fernández, responsable de política de agua de WWF España.
Este estudio se suma la investigación realizada el mes pasado en el marco del proyecto europeo AmberHorizon 2020, que demostró la elevada congestión de los ríos continentales, bloqueados por más de un millón de barreras. En España, hay más de 1.200 grandes presas distribuidas por toda la geografía española. De estas, el 42% (514 presas) se encuentran en tramos de río dentro de la red Natura 2000.
A nivel mundial, el informe documenta 1.249 grandes presas dentro de áreas protegidas, de las cuales, casi 300 fueron construidas después de que se designara el área como protegida. A estas, se sumarían las 500 que planean construirse o ya están en construcción.
Los datos son alarmantes y dibujan un panorama sombrío para el futuro de los ríos, ya que estas construcciones modifican el hábitat fluvial, impiden el movimiento natural de las especies de fauna y flora autóctonas, alteran los procesos de erosión y transporte de sedimentos, al tiempo que transforman el régimen de caudales de los ríos, lo que afecta negativamente al estado de estos ecosistemas acuáticos.
Los hallazgos de hoy tienen como contexto los datos revelados la semana pasada por un estudio que muestra que, en menos de 50 años, las poblaciones de peces migratorios de agua dulce en Europa han disminuido un 93%.Con el colapso de la biodiversidad de agua dulce, las áreas protegidas deben desempeñar su papel y salvaguardar los ríos. En Europa, la Directiva de Aves y Hábitats y la Directiva Marco del Agua (DMA) constituyen marcos regulatorios adecuados para prevenir el deterioro de los ríos, pero deben aplicarse e implementarse a fondo.
"Los ríos son las arterias que nutren nuestros ecosistemas. Cualquier política que tenga como objetivo conservar la naturaleza debe priorizar los ríos de flujo libre", afirma Michele Thieme, autor principal del estudio y científico experto en agua de WWF.
La Estrategia de Biodiversidad de la UE incluye un compromiso concreto para restaurar, al menos, 25.000 km de ríos de flujo libre para 2030, y designar áreas protegidas para, al menos, el 30% de la superficie terrestre y acuática en Europa. Por ello, desde WWF pedimos a los Estados miembros intensificar drásticamente la eliminación de presas y la adaptación de estas infraestructuras en la próxima ronda de planes de gestión de cuencas hidrográficas para el período 2021-2027. Asimismo, la Comisión Europea necesita desbloquear fondos para cumplir los compromisos adoptados en la Estrategia de Biodiversidad.