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Lorenzo Kom’boa Ervin: El gobierno te hará la guerra, estés listo para la guerra o no

#BlackAnarchism

"Construye movimientos de resistencia y construye un movimiento lo suficientemente grande que no pueda ser controlado por el estado para que, como dije antes, sea ingobernable"

"Por un lado necesitamos un movimiento antifascista de masas y, por otro,  necesitamos tener la capacidad para construir a gran escala una vía de supervivencia económica masiva basada en la comunidad, basada en cooperativas en el gueto para dar alojamiento, reconstruir las ciudades y atender las necesidades materiales de los pobres"





Black Rose Anarchist Federation. – William C. Anderson, periodista independiente,  co-autor de As Black as Resistence (2018), ha entrevistado a un veterano militante: el antes Pantera Negra y preso político Lorenzo Kom’boa Ervin. Conversan sobre la actual crisis política, el fascismo y la creciente relevancia del anarquismo negro.  William también ha organizado una colecta para apoyar a Lorenzo y su compañera JoNina Ervin, en la que os instamos a colaborar solidariamente. Ambos son veteranos del movimiento que han inspirado a generaciones de rebeldes y necesitan apoyo para sus gastos médicos y cotidianos.

El nuevo coronavirus, también conocido como COVID-19, ha sacado a la luz los desastres cotidianos del capitalismo. La falta de atención médica, de un entorno seguro,  de vivienda y alimentos son problemas que cada día se presentan para cada vez más personas vulnerables. Todo esto ha llevado a muchas personas a interesarse por el anarquismo. La miseria del Estado se manifestó en soluciones ineficaces, negligencia deliberada y total desprecio por la vida humana. Algunos se ven emplazados a preguntarse en profundidad sobre la plausibilidad de las soluciones estatistas. Que las autoridades cada vez ataquen más a los anarquistas y les usen como chivo expiatorio hace evidente que son conscientes de este proceso. El presidente Trump y muchos otros manifiestan haber identificado un conjunto de políticas que encuentran amenazantes y condenatorias.  Esto es así no por casualidad, sino siguiendo un patrón histórico.

Como de costumbre, la complejidad del anarquismo queda escondida por un manto de incomprensión, errada o voluntaria. La complejidad del amplio conjunto de políticas, principios y enfoques anarquistas se reduce al tropo del terrorista con explosivos. Aunque los anarquistas se organizan y participan en proyectos de ayuda mutua en todo el país durante esta pandemia, para muchos esto no representa al anarquismo. En medio de una pandemia mundial, la efectividad de este tipo de proyectos junto con otros programas de supervivencia cobra una especial relevancia. También cobra relevancia para sus opositores el atacarlos sin cuartel.  Pero esto no desalienta el creciente interés por el anarquismo negro.

El anarquismo negro ha sido sostenido durante mucho tiempo por las obras de pensadores y revolucionarios a menudo ignorados. Entre ellos se encuentra Lorenzo Kom’boa Ervin. Conocí a Lorenzo en 2012 en un taller de organización que ayudé a dirigir junto con otros promotores todo el sur. Mi amiga (a quien se le ocurrió la idea) invitó a Lorenzo a hablar basándose en la recomendación de un conocido. Lorenzo y su compañera JoNina Ervin no tardaron en aclararme las verdades del anarquismo. Me inició en mi viaje para abrazar completamente el anarquismo negro.

Lo mínimo que se puede decir es que Lorenzo ha vivido una vida revolucionaria. Después de ser introducido al anarquismo por Martin Sostre, un abogado de la cárcel que fue uno de los arquitectos del movimiento por los derechos de los presos como lo conocemos, ha tenido que enfrentarse a las autoridades estadounidenses más de una vez. Ha vivido en todo el mundo dedicado a la enseñanza y a la organización. Estas son solo algunas de las razones por las que es importante escuchar sus ideas sobre la situación actual que enfrentamos.

Hablé con Lorenzo sobre la autonomía negra, el fascismo y lo que se necesita para enfrentar la crisis.

¿Qué opinas de los actuales levantamientos que están ocurriendo en todo el país en respuesta a la violencia policial?

– Creo que los levantamientos son buenos, pero vemos que su impulso revolucionario es limitado. Estas limitaciones permiten al Estado tergiversar  la naturaleza de los levantamientos y los problemas. El Estado, los políticos liberales y otros pueden utilizar eso contra el movimiento. Este tipo de cooptación hace tiempo que es habitual. He visto 60 años de protestas y los llamados «disturbios» y rebeliones y levantamientos en las principales ciudades y en localidades  como Ferguson, Missouri.  Los he visto durante 60 años desde 1964 con la rebelión de Harlem en Nueva York. Siempre tuvo algo que ver con la policía. De una forma u otra, mataron a alguien, golpearon a alguien o simplemente entraron en la comunidad e hicieron algún tipo de atrocidad. Y la gente respondió con un contraataque. En estos casos se permite que la gente se rebele, se defienda y construya un frente de denuncia; después, políticos y compañía afirman tratar estos problemas o este impulso para luego  maniobrar y proponer algunas reformas liberales, que en realidad no son liberales en absoluto.

Lo que vemos es que cada vez el terror policial o el racismo se agrava o simplemente se perpetúa. Así que tenemos que preguntarnos: «Está bien,  protestamos, damos la cara. ¿Pero seguimos sin entender que la tarea aquí y ahora es transformar la sociedad en su conjunto? » La cuestión no es  «quitarle fondos a la policía» o lo que sea. El gobierno no está dando nada, e incluso con las protestas presionándolos no salen a la palestra con ningún tipo de programa para prevenir más atrocidades contra los negros. Ha habido miles de personas asesinadas por la policía en los Estados Unidos y el gobierno ha dado impunidad a los policías asesinos.

Creo que estamos ante una forma de lucha de clases o de control fascista, y debemos entender eso. Ellos utilizan a los agentes estatistas más violentos, especialmente en la comunidad negra y en las comunidades pobres. Los utilizan para derrotar a cualquier oposición política de base. Los utilizan para crear un nuevo tipo de sistema penal en el que acusan sumariamente a las personas y  las encarcelan años y años con sentencias draconianas.  Esto no viene de ahora, sino de mucho tiempo. Por tanto, las rebeliones son grandiosas.  Es una maravilla, es estupendo ver que la gente se pone en pie. Lo único es que conoces mi punto de vista como activista desde hace mucho tiempo, y siempre trato de ver la esencia real de una lucha, no solo el hecho de que ocurre. El camino que la lucha toma hoy es muy similar al que vi en las etapas finales del movimiento de derechos civiles. Los vi ganar reformas, pero no transformar el sistema en sí. Esa es la diferencia entre revolucionarios y reformadores, queremos aplastar el estado por completo.

¿Qué tipo de consejo darías a los jóvenes radicales que quieren transformar esta sociedad? ¿A quienes están politizados y buscan alguna orientación sobre cómo hacer las cosas que creen que deben hacerse?

– Nosotros, como activistas, como organizadores, tenemos que hacernos a nosotros mismos y a nuestras comunidades ingobernables. Sé que has escuchado este término antes. Su significado está claro. Tenemos que hacerlo de manera que creemos nuestro propio sistema político nuevo, ya sea de poder dual o democracia directa revolucionaria, como queramos llamarlo en este período. Por un lado necesitamos un movimiento antifascista de masas y, por otro,  necesitamos tener la capacidad para construir a gran escala una vía de supervivencia económica masiva basada en la comunidad, basada en cooperativas en el gueto para dar alojamiento, reconstruir las ciudades y atender las necesidades materiales de los pobres. Necesitamos poder construir eso. No me opongo a algunos de estos grupos que están surgiendo porque, aunque ahora no son radicales, potencialmente podrían convertirse en otra cosa. Pero lo impostergable es nuestro deber de llegar a las masas urbanas empobrecidas con estos programas. No estamos luchando solo por tener una secta o un grupo, o algunos líderes. Luchamos por poner el poder en manos de la gente en una nueva sociedad. Presumiblemente, los revolucionarios saben algunas cosas sobre algunas áreas de la organización que la gente no sabe. Así que tenemos que formarlos, tenemos que equiparlos para que sean independientes de esta estructura política. También creo que el Partido Pantera Negra tenía razón, necesitamos tener programas de supervivencia  porque necesitamos ir más allá. Deberíamos intentar construir la economía de supervivencia aquí y ahora.

Debemos abandonar esta fase en la que hay personas que comprenden o practican la ayuda mutua, pero las masas no. Así que tenemos que ir más allá de «simplemente ayudar», trabajar por algún tipo de economía diferente, una economía de supervivencia en el camino hacia el comunismo anarquista completo. Tal vez esa sea la etiqueta que le ponemos como anarquistas, pero en algunas partes del mundo lo llaman «economía solidaria» para sobrevivir al capitalismo. Como sea que se llame, necesitamos tener eso para no depender totalmente del Estado capitalista. No pretendo saberlo todo, pero sí sé algunas cosas y sé una cosa que no va a funcionar: cuando permites que los mismos policías corruptos y racistas afirmen que están reformados ahora o, lo que viene a ser igual,  políticos que dicen: «Bueno, este no es el mismo sistema, nunca hemos encontrado una manera de quitarle fondos a la policía, pero lo estamos reorganizando, ¡así que tenga paciencia!».  George Jackson, un prisionero radical en California y miembro del Partido Pantera Negra en la década de 1960, dijo que esas reformas policiales o penitenciarias no son más que el nuevo paso del fascismo. Ayudan al fascismo a ser aceptable para la gente.

Hemos lidiado con eso durante años porque puedes ver cómo la policía ha estado usando diferentes tipos de guerra psicológica y pseudo campañas como Weed and Seed, o vigilancia comunitaria a lo largo de los años. Fueron diseñadas para dotar a la policía de poder sobre la comunidad. Eran medidas de control y discriminación racial intencionales, y debemos comprender qué ha estado sucediendo hasta este momento. Los jaleos con Trump son sólo la culminación o la etapa final de la construcción del fascismo. Construyeron un sistema penitenciario que es el más grande del mundo. Lo construyeron hace años. Comenzaron a utilizar la policía paramilitar hace años, especialmente en la comunidad negra. Todas estas cosas que vemos, estas formas de lo que constituiría un estado fascista en otro país, no son su tarea pendiente. En Estados Unidos ya tienen las piezas.

Hay preguntas cruciales que son obligadas, sobre cómo es posible que esto suceda en un momento en el que tienes a tantos que se dicen antirracistas y antifascistas, pero ni siquiera hacen nada para lidiar con este tipo de lucha fascista contra ellos mismos. Van y salen a la calle y luchan contra un nazi borracho, como organizaciones de juguete. Necesitamos más que eso en este período, ahora especialmente. Necesitamos la capacidad de tener una base masiva, no solo jóvenes sino comunidades, mucha gente. Necesitamos que esa base de masas se agregue a un nuevo tipo de política en la que el pilar es la gente, en lugar de los políticos, los predicadores o cualquiera de esa colección. Diles a los jóvenes que construyan movimientos desde las bases. Construye movimientos de resistencia y construye un movimiento lo suficientemente grande que no pueda ser controlado por el estado para que, como dije antes, sea ingobernable. E ingobernable significa una serie de cosas para las personas que nos estamos moviendo: significa el tipo de tácticas en las que se involucra en la calle, significa cómo está organizada la comunidad para que no tengan que depender de estos políticos, significa un boicot masivo a las corporaciones capitalistas, una nueva economía de transición y muchas otras cosas como parte de una resistencia.

No dejo de ansiar decir a la gente que no podemos seguir el camino en que nos organizamos en los años 60, no podemos seguir el camino en que nos organizamos incluso hace treinta años, hace veinte años. Tenemos que abrir nuevos caminos políticos y tener una nueva teoría política y nuevas tácticas políticas. Y no han de venir de una sola persona o grupo, deben ser decisión de las personas mismas.

¿Puedes hablar un poco sobre por qué pusiste en marcha Black Autonomy, qué es?

– Black Autonomy fue algo que empecé al tratar de lidiar con el hecho de que dentro del movimiento anarquista había muy poca gente negra. Black Autonomy fue diseñado también para ser un grupo de presión contra el racismo institucionalizado dentro del movimiento anarquista. En ese momento, los anarquistas blancos en los Estados Unidos no relacionaban sus directrices con la comunidad negra  ni se interesaban ​​en los organizadores negros. A decir verdad, no eran realmente un verdadero movimiento antirracista en ese período. Y finalmente llegué al punto en que me dije que  lo que teníamos que hacer era crear una tendencia afroamericana / negra dentro del movimiento anarquista lo suficientemente fuerte como para valerse por sí misma. Eso desafiaría la petrificada naturaleza blanca del movimiento anarquista. Esa fue la misma razón por la que comencé a escribir Anarquismo y la revolución negra, que era un libro que planteaba las contradicciones en torno a la raza, el colonialismo y la opresión, y pedía a los anarquistas que tomaran conciencia. Nunca antes lo habían visto como un problema o cuestión; nunca pensaron en los africanos o los negros en Estados Unidos, a menos que estuvieran simplemente tratando de reclutar personas negras para sus círculos, pero ni siquiera eso estaba sucediendo cuando yo llegué a principios de los años setenta. Fui el único anarquista negro en los Estados Unidos e incluso en otras partes del mundo durante años, en realidad décadas.

Tuvimos debates políticos y demás en Atlanta sobre la dirección que deberíamos tomar. Entonces, los que venían de la calle dijeron: “Bueno, miren, tenemos que organizar a la comunidad negra en torno a lo que nos pasa”. Y comenzamos a organizarnos en torno al asesinato de un hermano llamado Jerry Jones por la policía de Atlanta en 1995, y también comenzamos a organizarnos en torno al intento del gobierno de la ciudad de quitarle el transporte público a los pobres y trabajadores dentro de la ciudad y dárselo a las urbanizaciones residenciales.  Las tarifas iban a subir tantoque las personas que vivían en la ciudad no podrían pagarla. Así que pusimos en marcha el Movimiento de supervivencia de los pobres. Y de ahí surgió el Atlanta Transit Riders Union. Luchábamos contra las autoridades que administraban el transporte y comenzamos a plantear contradicciones en torno a la raza, la clase y la pobreza que las autoridades de la ciudad habían hecho existir durante años. Esa fue una campaña exitosa. Pudimos contener durante años a los funcionarios para que no subieran la tarifa del transporte. Hicimos que los ricos, el gobierno de la ciudad y las empresas lo respaldaran, en lugar de los pobres o los trabajadores que no tenían otras opciones para trasladarse.

Black Autonomy era esencialmente una organización anarquista, pero también entendía que la base de su política era la realidad de la opresión de los negros en los Estados Unidos y en todo el mundo. Nos organizamos en torno a las cosas que todavía vemos que suceden hoy: encarcelamiento masivo de personas negras y asesinatos a tiros por parte de la policía o los vigilantes fascistas. Nos organizamos en varias ciudades en la década de los noventa e incluso en este siglo. La manifestación anti-Klan de 2013 en Memphis, Tennessee, fue la manifestación antifascista más grande de ese año, con entre mil quinientos y dos mil personas. Durante años organizamos a varías ciudadades contra la violencia policial.

A partir de esto,  Black Autonomy también comenzó a  intentar crear y organizar una estructura política de poder dual, tratando de crear ideas que llegasen a los jóvenes y tratando de combatir las cárceles en su conjunto. No sólo combatiendo a los jueces y toda esta basura, sino también a las cárceles como instrumento de opresión de pobres y negros. Y, desafortunadamente, no pudimos conseguir reunir fuerzas para construir un movimiento de base amplia contra el encarcelamiento masivo. Intentamos que grupos como la Cruz Negra Anarquista nos ayudaran, pero fracasamos cuando se unieron a la izquierda autoritaria.

¿Por qué crees que la administración actual pone el foco en los anarquistas y Antifa (antifascistas)?

– Trump necesita un chivo expiatorio. Antifa está dispuesto a combatir a estos fascistas en la calle y lo ha estado haciendo durante bastante tiempo. Así que Trump puede utilizar esa «violencia» para justificar sus políticas y se volverá más represivo al respecto a medida que pase el tiempo. Realmente creo que él quiere procesarlos en un tribunal federal por «traición». Quieren proyectar a Antifa como «enemigos del estado». Creo que habría utilizado al Departamento de Justicia y su escuadrón de matones federales para tratar de aplastarlos a estas alturas, si no fuera por el hecho de que ha tenido que postularse para un cargo y no ha tenido las manos libres. Y también creo que él cree, y hasta cierto punto puede ser cierto, que muchas de las cosas que están sucediendo en la calle son de anarquistas que parecen tener un apoyo masivo.

La cuestión es que, durante casi un siglo, el gobierno siempre ha visto a los anarquistas como una seria amenaza de disrupción.  Durante años han existido oleadas de represión a los anarquistas. Pero en los últimos años, los anarquistas no han estado haciendo mucho que justifique este tipo de represión. Me sorprende que llegue ahora, pero no me sorprende en un sentido, porque somos un chivo expiatorio conveniente como la tendencia más peligrosa de la izquierda. ¿Los comunistas? ¡Oh, los comunistas están agotados! Se agotaron todas y se postulan para un cargo o lo que sea.  Honestamente, al menos hasta cierto punto, esto es cierto. No lo digo en todos los casos, pero hay muchos elementos comunistas que están en la cama con el estado y con los capitalistas en este momento.

El Departamento de Justicia y el FBI quieren convertir en chivo expiatorio al movimiento de protesta negro. Todavía no han podido hacerlo con el movimiento negro, aunque, ya sabes, se les ocurrió este llamado programa de seguridad del Estado hace algún tiempo donde iban a ir tras los activistas negros  “extremistas” y todo eso que ya sabemos.

«Extremistas identitarios  negros».

– Así es exactamente como lo llamaron, y trataron de usarlo para intimidar, pero por alguna razón no pudieron obtener el apoyo del público hasta ese punto. Quieren hacerlo con Black Lives Matter. Pero creo que ahora mucha gente está convencida de que Black Lives Matter utiliza tácticas no violentas. Así que el pueblo estadounidense no está tan a favor de la idea de que el estado o el gobierno los persigan de esa manera. Pero aún puede suceder, antes o después de que deje el cargo, si la tendencia de protesta negra se vuelve más radical o cambia de táctica.

Quería preguntarte sobre la creciente popularidad del anarquismo negro. Muchas personas negras se están preguntando por el anarquismo, y muchas de ellas se interesan en tu trabajo. ¿Puedes hablar sobre esto y sobre por qué crees que está sucediendo? ¿Y también puedes hablar de lo que esperas que obtengan de tu trabajo y del anarquismo negro?

Primero, fue una sorpresa para mí el solo descubrir que había nuevas tendencias anarquistas, tendencias anarquistas negras, en la escena. Y sólo lo descubrí el año pasado, este año en realidad. Pero eso habla del trabajo que hicimos con Black Autonomy. Cualesquiera que sean los errores que cometimos y nuestro fracaso en construir una tendencia de masas hace años, eso habla de ese trabajo. Creo que si no hubiera escrito ‘Anarquismo y la Revolución Negra’ y no hubiera hecho otras cosas que hice con los compañeros con los que trabajé, la gente ni siquiera sabría sobre las ideas del Anarquismo Negro.

El  anarquismo que defiendo es un tipo de anarquismo que es un anarquismo de lucha de clases. Mi perspectiva y mi entendimiento desde mis primeras lecturas, hace años,  es que el anarquismo proviene del movimiento socialista. De hecho, es el socialismo autónomo o el socialismo libertario. Las ideas del socialismo autónomo  vinieron de Bakunin, y el movimiento anarquista fue parte del primer movimiento comunista internacional.  Mi idea es que, si la gente va a querer tener una perspectiva anarquista o una política anarquista negra, tienen que entender que tenemos que construir un movimiento en que se trate de luchar por el poder para la gente.  Eso no es solo un término artístico, ya que estamos luchando no sólo para tener un partido, una secta o un liderazgo. Estamos luchando para que la gente a pie de calle, en la base, pueda comenzar a construir una nueva vida para ellos mismos y una nueva sociedad. Hay todo tipo de debates sobre cómo podría ser esa sociedad o qué etapas de transición de lucha y de construcción de una nueva sociedad tenemos que atravesar.

Creo que tendremos que pasar por una etapa de transición. Pero en este punto, en este momento, se trata de la organización comunitaria revolucionaria, no sólo de “protestas pacíficas” para apelar al gobierno. Debemos adoptar una nueva forma de pensar sobre la resistencia y la reconstrucción de comunidades para que el Estado no pueda gobernar. Tenemos que pensar en personas que construyen comunas revolucionarias y otras formas de entidad política independiente. Ahora mismo tenemos que pensar en la avalancha de millones de personas sin hogar y hablar sobre cómo les damos un lugar para vivir. ¿Cómo tratamos con el gobierno para obligarle a proporcionar esos recursos y cómo luchamos contra el gobierno para que se haga cargo de la vivienda por completo? Tendremos que hacer una lucha generalizada allanando o simplemente apoderarnos físicamente de los edificios. Con el tipo de guerra de clases que existe en los Estados Unidos, tendrás que tomar el arma si quieres cambiar la sociedad. Quiero decir, no estoy diciendo que usemos la lucha armada como única táctica, pero la guerra civil revolucionaria se avecina inevitablemente. El gobierno te hará la guerra, estés listo para la guerra o no.

Reconozco que una tendencia masiva que utiliza la no violencia en una determinada etapa histórica puede hacer retroceder al gobierno, y eso es lo que está sucediendo ahora mismo. Sí, el movimiento de protesta está haciendo retroceder al gobierno, empujándolo contra la pared, pero no le está asfixiando. Lo que necesitamos es el tipo de movimiento revolucionario que pueda ahogarlo para crear una nueva sociedad todos juntos. Estas organizaciones de las que estamos hablando, están sofocadas por la conciencia pequeñoburguesa, la organización pequeñoburguesa, el liderazgo pequeño burgués, etc., crea un cierto tipo de movimiento. Un cierto tipo de movimiento que no llegará al punto de “ir a por todo” como solían decir en su día.  Realmente creo que han creado limitaciones en su capacidad o disposición para derrocar al Estado o incluso hablar de ello. Lo curioso es que tenemos que seguir pensando en cosas así, derrocar al Estado, no conseguir algunas reformas. No te voy a decir que nunca deberías conseguir reformas si puedes en el sentido inmediato. Pero ya hemos ido demasiado lejos para conformarnos con este reformismo una y otra vez, especialmente en este momento. Este momento es un momento revolucionario y han pasado otras cosas para que sea así, no sólo las protestas.

El sistema en sí se tambalea debido al virus COVID y todo lo que está sucediendo con Wall Street. Todas estas cosas están sucediendo y el Estado es más débil que nunca. Incluso Trump o quienquiera que se haga cargo del estado y trate de crear un estado fascista no lo está haciendo desde una posición de fuerza. No están tratando de imponer la dictadura desde una posición de fuerza, están tratando de imponerla desde una posición de debilidad y miedo. Por eso dije que tenemos que construir una fuerza radical alternativa, para que luego pueda funcionar como nunca antes para derrocar a todo el sistema. No solo los demócratas o los republicanos; sabes que los gobernantes quieren ese tipo de tonterías. Lo quieren porque es trivial. No significa nada en absoluto. En el análisis final, Trump puede querer una dictadura personal. Pero el otro tipo [Biden], es un agente del estado y es un opresor por derecho propio. Ha ayudado a llevar el sistema penitenciario al punto en el que está. Su compañera de fórmula, Kamala Harris, —bueno, ella es tan demócrata del establishment como él. Ella está igualmente a favor de utilizar a la policía y al gobierno contra los pobres. Necesitamos poder educar a multitudes sobre estas cosas mientras creamos una alternativa, para que no se dejen engañar. Necesitamos una nueva sociedad y un nuevo mundo, no más capitalismo.

Fuente (original inglés): Black Rose Federation

Fuente (traducción): A Las Barricadas

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